08 Abr Tiempo de Pascua, tiempo de Llamada
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Mc 16, 15)
En el encuentro con el Resucitado nuestro oído se espabila para escuchar su llamada.
Es una llamada personal, como cuando Jesús llamó a María que lloraba angustiada ante el sepulcro y al escuchar su nombre descubrió que Él estaba vivo y recuperó la alegría.
Su llamada resuena en medio de otras llamadas, que quieren confundirnos y conducirnos a vivir egoístamente… Pero no hay otro plan mejor, no hay otra voz que alegre y de sentido a nuestra vida, como la suya.
Es una llamada a “dejar las redes” en las que estamos enredados, que nos atan e ir más allá de nuestro ombligo.
Es una llamada que no se puede apagar, porque grita en lo profundo de nuestro ser.
Es una llamada que invita a CONFIAR en quien nos llama, que es capaz de llevar a cabo su obra hasta el final.
¡Con Cristo Vivo nuestra LLAMADA perdura, pase lo que pase!