Jornada Mundial contra la Trata de Personas

08-02-2024-Santa-Bakhita---trata-de-personas-P

Jornada Mundial contra la Trata de Personas

X JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN, REFLEXIÓN Y ACCIÓN CONTRA LA TRATA DE PERSONAS 

Hoy celebramos la Jornada Mundial de Oración, Reflexión y Acción contra la Trata de Seres Humanos para denunciar la grave violación de los derechos humanos que reducen al ser humano a un estado de servidumbre y esclavitud, y en este día queremos recordar la historia de Santa Josefina Bakhita.

Aunque su origen no es del todo claro, Josefina Bakhita, fue una religiosa de Sudán secuestrada por unos comerciantes de esclavos cuando solo era una niña y apodada de forma irónica “Bakhita”, que significa “afortunada”. Con ella, su hermana también fue secuestrada y desarraigada de su familia. Tuvo que salir forzosamente de su tierra, perdió su nombre y fue sometida a esclavitud y tortura. Pese a perder todo y ser vendida a distintos amos que la maltrataron durante años, Bakhita conservó la inocencia y un corazón limpio. No permitió que el sufrimiento se adueñase de su existencia, lo transformó en esperanza y nunca dudó de la presencia de Dios, fe que la preservó de la tristeza y le dio ánimo para seguir adelante. 

“Fui realmente afortunada, porque el nuevo patrón era un hombre bueno. No me maltrataba ni humillaba, algo que me parecía completamente irreal”, escribe Josefina en su diario con trece años, refiriéndose a la paz y tranquilidad que sintió por primera vez desde el comienzo de su pesadilla, al conocer a su quinto y último amo, el único que la trató bien. Bakhita viajó con él a Italia donde trabajó de niñera para después ingresar al noviciado del Instituto de las Hermanas de la Caridad, en Venecia. Allí supo que Dios le había dado fuerzas para poder soportar la esclavitud y fue bautizada como Josefina Margarita Afortunada. 

La historia de su vida representa algunas realidades emergentes y significativas en el mundo actual. Bakhita es inspiración y aliento para muchas mujeres, hombres, niñas y niños que ven violada su dignidad y sus derechos humanos; una realidad asentada en nuestra sociedad. 

Ella es símbolo de África, por su origen; del absurdo del racismo, por su negritud; de las mujeres maltratadas, por la violencia que padeció; de la fe de los pobres, pues su única posesión fue un crucifijo; y de la reconciliación que encarnó. Su vida es un signo de nuestros tiempos; posee el don de la universalidad. 

Conocemos su impactante vida gracias a las palabras que muestra el diario que escribió. Es un ejemplo grandioso de mujer fuerte y frágil, delicada y sensible, firme y sentimental, con coraje y misericordiosa a partes iguales. Gracias al mensaje de reconciliación y misericordia que transmitió, Josefina Bakhita fue beatificada y nombrada “Hermana Universal” por Juan Pablo II en 1992, siendo imagen también a su vez, de la Jornada Mundial de Oración, Reflexión y Acción contra la Trata de Personas. 

santa bakhita

(Tomado del Blog de Cáritas).

 

La trata de personas es un delito que consiste en la explotación de mujeres, hombres, niñas, niños y adolescentes con diversos propósitos, incluidos el trabajo forzado y la explotación sexual; se define también como toda acción u omisión dolosa de una o varias personas para captar, enganchar, transportar, transferir, retener, recibir o alojar a una o varias personas con fines de explotación.  

Tenemos algunos datos que arrojó el Reporte Global sobre trata de personas en el año 2020, de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito que nos muestran un panorama alarmante: Los hallazgos la UNODC alertan que la trata de personas en el mundo, según las víctimas identificadas, sigue afectando principalmente a mujeres y niñas con el 65 %; también se detecta un aumento en los hombres y niños en comparación con el reporte anterior (35 % del total de víctimas identificadas). Se constató que la explotación sexual se mantiene como la principal finalidad de trata en el mundo (50 %), pero se registra un incremento en casos identificados con la finalidad de trabajo forzado y algunas otras formas como la mendicidad ajena (del 34 % en 2016 al 38 % en el 2020), también se encuentran detectada la trata para los matrimonios forzados, la venta de bebés y la extracción de órganos. 

«Los sectores en donde mayor ocurrencia de casos de trabajo forzado identificados son el trabajo doméstico, el sector de la construcción, los sectores de economías rurales como la agricultura, economías extractivas como la minería, el sector textil y los trabajos informales.» 

Los principales factores de riesgo detectados son: las necesidades económicas, la condición migratoria irregular, antecedentes de conflictos familiares, principalmente en casos de niños, niñas y adolescentes, así como la generación de dependencia afectiva con el tratante como mecanismo de sometimiento. 

En estos últimos registros se ha constatado que la tecnología, en específico el internet, ha sido un medio cada vez más utilizado por los tratantes y las redes criminales para la captación y la explotación, pues les ha permitido extender su operatividad sin necesidad del desplazamiento. 

Este azote va en aumento y nos preocupa, pues no son cifras, son personas; lo peor es que son sólo las registradas pues “se calcula que por cada víctima de trata de personas identificada existen 20 más sin identificar”.