15 Ago Asunción de María y Voto de Tarragona
“Los grandes viajes, empiezan con pasos pequeños”
Cuando Neil Armstrong, puso un pie en la luna, dijo: “Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”. Hoy, fiesta de la Asunción, la iglesia nos recuerda como María da un primer paso y se pone en camino para visitar a su prima Isabel. Cuando ella entra en la casa y saluda a Isabel, le dice: “Bendita eres entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre” (Lc 1,42). María acoge la bendición de Isabel y responde con el Magníficat, el cántico de la Esperanza. Dios, a través de María, señala un punto de inflexión en la historia, establece un nuevo orden de las cosas. Ella, pequeña y humilde, ha sido elevada y llevada a la gloria del Cielo, mientras que los poderosos del mundo están destinados a quedarse con las manos vacías. María nos dice que no son el poder, el éxito y el dinero, los que prevalecen, sino el servicio, la humildad y el amor.
Como Misioneras Claretianas celebramos esta festividad mariana y dentro de ella renovaremos nuestra consagración, haciendo memoria del 15 de agosto de 1851 en la Catedral de Tarragona, en el altar de la Virgen del Claustro, donde María Antonia y las cuatro jóvenes que se ofrecieron a seguirla hicieron el voto de no separarse y realizar la Misión que el Señor les confiaba:
“Reuní a las jóvenes que había admitido por compañeras comulgamos todas con gran devoción y ternura ofreciéndonos a Dios con voto de atravesar los mares e ir a cualquier parte del mundo sin hacer división entre nosotras (…) después de haber hecho el voto y ofreciéndonos a padecer cualquier trabajo por amor a Jesucristo”. (Aut. 121). “Este voto lo hice yo y lo propuse a las jóvenes que se ofrecieron a seguirme por dos fines:
Asegurar la vocación de estas jóvenes por medio de la santa obediencia (…) El otro fin asegurarles que nunca las abandonaría como consta de aquella palabra que dice: sin hacer división entre nosotras. (Aut. 123).
Este día lo consideramos como el origen carismático de la Congregación. La disponibilidad misionera y la unidad requieren dar pequeños pasos por parte de cada una de nosotras, no perder el ritmo y otear el horizonte … ¡Feliz 15 de agosto a cada misionera claretiana!
Mª Hortensia Muñoz Estévez