02 Feb XXVII Jornada Mundial de la vida consagrada
Hoy, Fiesta de la Presentación del Señor, nos unimos a la Iglesia y a toda la vida consagrada: mujeres y hombres que siguen caminando en esperanza. Fieles a la tradición de su pueblo, María y José, entran en el templo con su hijo a los 40 días de su nacimiento. También nosotros, 40 días después de la Navidad, somos llevados y presentados por nuestra madre, la Iglesia, ante el Dios vivo y verdadero.
“La vida consagrada, caminando en esperanza”, nos hace una llamada a ser conscientes de la urgente necesidad que tiene nuestro mundo de mostrar la fraternidad, la luz, la esperanza, en el Dios vivo, vencedor ante todas las desesperanzas como un bálsamo en medio de tantas divisiones y de tanto dolor producido por las rupturas y discordias. La fraternidad, la alegría, la confianza en Jesús resucitado es medicina para la soledad, la tristeza y para cualquier sufrimiento.
(Cfr. Subsidio litúrgico Conferencia Episcopal Española).
ORACIÓN PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LA VIDA CONSAGRADA
2 de febrero 2023
Caminando en esperanza
no vamos solos.
Cristo nos une. Con él. Entre nosotros.
Y con tantos que viven, lloran, aman,
anhelan, crecen, luchan y esperan.
Cada vez más descalzos e inseguros.
Cada vez más cerca de la cruz
y lejos de los pedestales.
Cada vez más libres de modas e inercias.
Cada vez más capaces de reírnos de nuestras pretensiones
y tomar en serio las suyas.
Unos, aún vacilantes,
dando los primeros pasos,
otros exigidos por el ritmo
de jornadas intensas,
y algunos, ya bien gastados,
vislumbrando la meta -que es abrazo-.
Juntos. Caminando en esperanza.
Hombres y mujeres de Dios,
consagrados a una misión,
a un anhelo,
al proyecto de quien nos invitó
a compartir su camino.
Amén.
José Mª Rodríguez Olaizola, SJ