07 Jun ECO: domingo 9 de junio de 2024
Evangelio de Marcos 3, 20-35:
“En aquel tiempo, Jesús llegó a casa con sus discípulos y de nuevo se juntó tanta gente que no los dejaban comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí. Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían:
-Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios.
Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas:
– ¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre.
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo. Llegan su madre y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar, la gente que tenía sentada alrededor le dice:
-Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan.
Él les pregunta:
– ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?
Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:
-Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre”.
Comentario:
LOS QUE CUENTAN PARA JESÚS
Aparece claro en este Evangelio la oposición de los jefes del judaísmo, que vinieron desde Jerusalén, para acusar a Jesús de ser un endemoniado y expulsar los demonios con el poder de Belzebú.
Ellos no niegan que Jesús expulsa los demonios, pero no pueden aceptar que esté lleno del Espíritu Santo, y entonces atribuyen su poder al demonio. Se cierran y niegan la acción de Dios. Esto para Jesús constituye un pecado imperdonable: confundir al Espíritu de Dios con un espíritu maligno, cuando su fuerza proviene de la única fuente que puede someter al poder satánico: ¡Dios mismo!
Los jefes, los escribas, los poseedores de la verdad estaban tan seguros de que sólo ellos tenían la verdad, que no pudieron reconocerla cuando la tenían delante. ¡Estaban tan ciegos! Jesús venció al mal con su muerte y resurrección. Desde entonces, los cristianos, unidos a Él y cumpliendo la voluntad del Padre, podemos vencer al mal en el mundo que nos rodea y en nuestra propia persona.
¿Cómo me sitúo ante las dificultades, los problemas y la incomprensión de quienes me rodean?
Por otra parte, cuando a Jesús le dicen: “tu madre y tus hermanos y tus hermanas están esperando fuera”, Jesús responde: “mi madre y mis hermanos son los que cumplen la voluntad de Dios”.
¿Significa esto que queda anulada las relaciones familiares? No, pero Jesús crea una nueva familia espiritual, cuyo único requisito es cumplir la voluntad del Padre. Ciertamente, los parientes cercanos estaban preocupados porque no entendieron el camino de Jesús. No era este el caso de la Virgen. ¿Cómo no iba a comprender María la misión de Jesús? Ella es la criatura que mejor ha respondido a la voluntad de Dios.
Entonces, ¿Qué me quiere decir Jesús con estas palabras? Para descubrirlo hay que leer la Palabra, escucharla, contemplarla y vivirla.
Los incontables:
Mercedes Cuerva Cala
Misionera Claretiana