04 May ECO: Domingo 7 de mayo de 2023
V Domingo de Pascua
Evangelio Juan 14, 1-12
«No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar. Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy sabéis el camino.»
Le dice Tomás: «Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto.»
Le dice Felipe: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.»
Le dice Jesús: «¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: «Muéstranos al Padre»? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras.
Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre.
Comentario:
¿CREES EN DIOS O CREES A DIOS?
Cuando abrimos Internet, miramos la televisión, o escuchamos lo que le pasó a un amigo o a unos conocidos de unos conocidos, a veces nos asustamos. El corazón se turba porque hay tantas cosas difíciles alrededor, tantas inquietudes, tanto sufrimiento. Nos sentimos inseguros al perder el control de lo cotidiano o de la realidad. Nos gustaría que todo fuera bello, tranquilo, de color de rosas, y no lo es… pero es Dios el que es Señor del tiempo, de la historia y de la realidad. ¿Lo crees? ¿O sólo crees en la existencia de Dios? «¿Alguien”, que sí está, pero nada más que eso?
Jesús hoy nos recuerda claramente que está presente, está mirando, guiándonos. Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Utiliza la expresión “YO SOY” (YHWH). Para los judíos, es una declaración pública del nombre de Dios, que Él mismo reveló a Moisés. Sin embargo, Tomás y Felipe no lo entienden… estaban demasiado concentrados en sí mismos y en sus propios miedos. No estaban centrados en Jesús.
A ellos les resultaba difícil creer en Jesús, a pesar de estar tan cerca. Todos los días lo veían y escuchaban, pero no lo conocían… Se puede ir a Misa todos los días, se puede rezar y leer las Escrituras, pero no conocer a Jesús. Porque en el concepto bíblico “conocer” a alguien no es sólo conocerlo u oírlo. No es un conocimiento a nivel mental. Se necesita un corazón abierto. Conocer a alguien es tener una relación íntima y personal. Tal conocimiento sólo se logra en un encuentro personal.
Cuando es difícil creer en Jesús, vale la pena mirar alrededor. Cuánta bondad y belleza hay en el mundo. Jesús mismo invita a creer en Él, al menos por las obras.
Creer verdaderamente en Dios es conocerlo y actuar en su nombre. Cualquier cosa buena que hagamos, es sólo gracias a Él y por su gracia. No es por nuestra propia fuerza. ¡Lo único que tenemos, lo que es “nuestro” es el deseo de cooperar! Todo esto “para la mayor gloria de Dios”, para que Él sea verdaderamente conocido y amado por todos.
Monika Juszka RMI