19 Jun ECO: Domingo 25 de junio de 2023
Evangelio de Mateo 10, 26-33:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No tengáis miedo a los hombres, porque nada hay encubierto, que no llegue a descubrirse; ni nada hay escondido, que no llegue a saberse. Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a la luz, y lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea.
No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No; temed al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la “gehenna”. ¿No se venden un par de gorriones por un céntimo? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados.
Por eso, no tengáis miedo: valéis más vosotros que muchos gorriones. A quien se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los cielos».
Comentario:
A lo largo de la Biblia aparece la expresión “NO TEMAS” 365 veces, tantas como días tiene el año. Es como si Dios quisiera grabarlo en nuestros corazones, para que confiemos y pongamos nuestras vidas en sus manos, sin miedo a nada ni a nadie.
“No temas, le dice el ángel Gabriel a María, cuando es escogida para ser la Madre de Jesús. Ella se fía totalmente y responde: “Hágase en mi según tu Palabra”. Gracias a su Si, vino la Salvación a nuestro mundo.
“No temáis”, le dice Jesús a sus apóstoles, cuando ve que su fe se tambalea. Ellos lo dejan todo y arriesgan sus vidas, dando gratis lo que gratis han recibido. Y gracias a los apóstoles ha llegado hasta nosotros la Buena Noticia.
“No temas”, le dice Jesús a Claret y él se lanza por los caminos del mundo anunciando el Evangelio, usando todos los medios que están a su alcance.
“No temas”, dice Jesús a Mª Antonia París, y poniendo en El toda su confianza se embarca rumbo a Cuba, para dar comienzo a una Orden Nueva, no en la teoría sino en la práctica.
“No temas”, me dice el Señor a mí, y esta palabra se graba tan fuerte en mi corazón que a los 17 años comienzo la aventura de seguirle, como Misionera Claretiana.
A lo largo de mi vida voy experimentando que el Amor de Dios me sostiene, me da fuerzas, me ayuda a superar mis miedos. Voy descubierto que cuando pongo mi confianza en Él, soy capaz de mucho más de lo que yo podía imaginarme, porque los dones y capacidades que Dios ha puesto en mi se multiplican. ¡BENDITO SEA DIOS POR TANTA BONDAD!
ISABEL GUILLÉN SÁNCHEZ, Rmi