18 Ene ECO: domingo 21 de enero de 2024
Evangelio de Marcos 1 ,14-20:
“Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía:
“Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio”.
Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores.
Jesús les dijo:
“Venid conmigo y os haré pescadores de hombres”. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación, los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se fueron tras de él”.
Comentario:
JESÚS NOS PIDE QUE LE SIGAMOS
El Evangelio de hoy sitúa a Jesús en Galilea donde comienza su predicación. Allí ve a dos hermanos en el lago, en los quehaceres de su vida ordinaria y los llama a ir con Él ofreciéndoles una misión. La propuesta parte de lo que conocen, de lo que están habituados a hacer, “la pesca”, para comprometerlos en una realidad de palabras semejantes, pero totalmente distintas. “Os haré pescadores de hombres”. A continuación, llama a otros dos hermanos, Santiago y Juan. Por parte de los cuatro llamados se da una respuesta de inmediatez, y de totalidad lo dejaron todo, se fiaron de las palabras de Jesús y lo siguieron para ir con Él y dedicarse a algo que desconocían, pero que, según los relatos bíblicos posteriores, les cautivó y les cambió radicalmente su vida.
Tú y yo, que oímos proclamar hoy este Evangelio, nos podemos preguntar. ¿He sentido que Dios ha fijado en mí su mirada, para pedirme que le siga en la misión que ha pensado para mí? ¿Cómo es mi respuesta ante la confianza depositada por Dios en mí?
Cualquiera que sea nuestra situación, abramos hoy el oído y sobre todo el corazón. Nos llama, a una amistad con Él, pero que construye comunidad. A nosotros, nos llama a ser sus seguidores en una comunidad amplia y universal en la que cabemos todos, comunidad que es la IGLESIA. Jesús está presente en ella y nos concede el REGALO de poder anunciarle, desde lo ordinario o extraordinario, pero con una gran humanidad. Agradezcamos a Dios Padre la invitación a seguir a Jesús, su Hijo, y pidamos al Espíritu que nos dé fortaleza para acoger con humildad y sencillez la novedad de esta Palabra que dará frescura y vitalidad a nuestra vida y será Buena Noticia para los demás.
¡Buen Domingo!
Mª Pilar Sebastiá Arbona
Misionera Claretiana