ECO: domingo 12 de mayo de 2024

ECO-Domingo-12-de-mayo-de-2024-p

ECO: domingo 12 de mayo de 2024

Domingo de la Ascensión del Señor

Lectura del Evangelio de Marcos 16, 25-20:

“Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, garrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.»

Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban”.

 

Comentario:

¡Id por todo el mundo proclamando la Buena Noticia! 

Los discípulos habían quedado tristes y miedosos tras la muerte violenta de su maestro y amigo. Ellos le querían y admiraban, habían llegado incluso a reconocerlo como el Mesías esperado y, precisamente por eso, les resultaba inconcebible un final tan terrible como la muerte en cruz. Es cierto que algunas mujeres les dijeron que vivía, pero… ¿acaso las podían creer?

Fueron necesarios 40 días de presencia misteriosa del Señor para abrirles los ojos, calentar su corazón y confirmarlos como discípulos. Habló y comió con ellos, caminó con algunos, dejó que le tocaran y metiran los dedos en sus llagas… Estaban de nuevo unidos, alegres y esperanzados. Preparados para la misión.  

“Id por todo el mundo proclamando la Buena Noticia a toda la humanidad”. “Seréis bautizados con Espiritu Santo” “recibireis la fuerza del Espíritu… y seréis mis testigos… hasta el confín del mundo”  (Hch 1, 5 y 8) 

El Espíritu de Dios que habitó la carne humana de Jesús y le dio fuerzas para aprender sufriendo a obedecer (cf. Hb 5,8) muestra su potencia en la carne resucitada del Señor que se sienta ahora a la derecha del Padre. Jesús sigue presente en la historia humana por medio del Espíritu. 

Es ahora nuestro tiempo. Llamados a hacer visible el rostro del Padre dejémonos conducir por el soplo del Espíritu para ser hijos y hermanos. Acojamos cada día el regalo de Amor que se nos da sin medida y seamos hacedores de comunión, generadores de vida. 

 

PARA LA REFLEXIÓN 

  • ¿Te lamentas con nostalgia por el Jesús ausente o se aviva la llama del amor y la esperanza con su encuentro en la oración? 
  • ¿Cómo vives la misión de ser testigo de Cristo y anunciador de buenas nuevas, especialmente a los más pobres?  

María Cristina Ruberte
Misionera Claretiana