ECO: Domingo de 6 de agosto de 2023

Eco del domingo 6 de agosto de 2023

ECO: Domingo de 6 de agosto de 2023

La transfiguración del Señor

“LEVANTÁOS, NO TENGÁIS MIEDO” 

 

Evangelio de Mateo 17, 1-9:

Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, el hermano de Santiago, y los llevó aparte, a una montaña alta. Allí se transfiguró en presencia de ellos; su rostro resplandeció como el sol, y su ropa se volvió blanca como la luz. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías conversando con Jesús. Pedro le dijo a Jesús: 

—Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, levantaré tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. 

Mientras estaba aún hablando, apareció una nube luminosa que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él. ¡Escúchenlo!» 

Al oír esto, los discípulos se postraron sobre su rostro, aterrorizados. Pero Jesús se acercó a ellos y los tocó. 

—Levántense —les dijo—. No tengan miedo. 

Cuando alzaron la vista, no vieron a nadie más que a Jesús. 

Mientras bajaban de la montaña, Jesús les encargó: 

—No le cuenten a nadie lo que han visto hasta que el Hijo del hombre resucite.

 

 Comentario:

Jesús empezó a anunciarles lo que venía, confrontación, sufrimiento, muerte (Mt. 16, ss). Pero también le quiso mostrar la otra cara de la moneda. Los llevó a una montaña alta, donde se sentían muy cerca de Dios y se transfiguró delante de ellos. Allí experimentaron su gloria, se dieron cuenta de quién era Jesús: Hijo amado de Dios. Viniera lo que viniera, Dios iba a tener la última palabra. También ellos fueron transfigurados. 

A veces nos quedamos en las exigencias del seguimiento de Jesús y no hablamos lo suficiente de lo bueno que es estar con Él. Cuando gozamos de su presencia y de su amor, hasta lo difícil se nos hace llevadero. Así decía María Antonia París, “el amor lleva la carga sin carga, y aunque sea muy pesada, con el amor no lo sentimos” (Oración de la Mañana, A. Paris). 

Ante las dificultades que podamos encontrar en la vida, las pruebas que nunca faltan, necesitamos escuchar esa voz de Jesús: “Levántate, no tengas miedo.”  Tenemos que levantar la mirada y fijarla en El. Así el amor nos ayudará a llevar la carga sin carga y quedaremos transfigurados por el amor de Dios. 

 

Ondina Cortés
Misionera Claretiana
Miami, USA