En abril… ¿aguas mil?

En abril aguas mil Claretianas Europa

En abril… ¿aguas mil?

Así dice el refrán popular, Pero, ¿seguirá siendo así?  

Según los expertos, vivimos una situación de sequía meteorológica de larga duración. Ante esto, ¿te has preguntado qué pasaría si tuviéramos que vivir sin agua? ¿Sobreviviríamos? ¿Cómo cuido el agua que consumo diariamente? ¿Soy consciente de lo que vale cada gotita de agua?  

Según algunos estudios, para el año 2050 unos 6.000 millones de personas sufrirán cortes de agua. Es el 80% de la población que habita hoy el planeta tierra y el 60% de los 10.000 millones que se estiman para entonces. En 2050 la mitad de los habitantes del planeta no tendrán acceso a agua potable. Y si no hay agua para el consumo tampoco la habrá para la producción agrícola—que hoy en día representa el 70% del agua dulce que se utiliza—. Ni tampoco para el desarrollo de la industria energética o la ganadera, imprescindibles, entre muchas otras, para el mantenimiento de la vida. 

Todavía no hemos llegado al 2050 y, aunque no te lo creas, ya hay al menos 44 países que no tienen suficiente agua potable para abastecer a sus habitantes y esto va en aumento. Por lo tanto, la sequía es una amenaza para la alimentación, el equilibrio del medio ambiente, la ganadería y la supervivencia de los seres vivos. 

“Si no llueve, la sequía aumentará y la tierra no dará su fruto”. La lluvia es una necesidad y por ello te invitamos a rezar para pedir la lluvia con esta oración del papa Pablo VI.  

 

Oración para pedir la Lluvia 

Dios Padre Nuestro, Señor del cielo y de la tierra.
Tú eres para nosotros existencia, energía y vida.
Tú has creado al ser humano a tu imagen y semejanza,
para que con su trabajo, haga fructificar las riquezas de la tierra,
colaborando así a tu creación.
Somos conscientes de nuestra miseria y debilidad.
Nada podemos sin Ti. 

Tú, Padre Bueno, que haces brillar el sol sobre todos y haces caer la lluvia,
ten compasión de cuantos sufren durante la sequía en estos días.
Escucha con bondad las oraciones que tu Iglesia te dirige con confianza,
como escuchaste las súplicas del profeta Elías, que intercedía a favor de su pueblo.
Haz que caiga del cielo sobre la tierra árida, la lluvia tan deseada,
para que renazcan los frutos y se salven los seres humanos y los animales. 

Que la lluvia sea para nosotros el signo de tu gracia y bendición.
Así, confortados por tu misericordia, te rendimos gracias por todo don de la tierra y del cielo, con que tu Espíritu satisfaga nuestra sed. 

Por Jesucristo, Tu Hijo, que nos ha revelado tu amor,
Fuente de Agua Viva que brota hasta la vida eterna. 

Amén.