10 Abr Tiempo de Pascua 2023
Tiempo Pascual… 50 días para descubrir cómo Dios “endulza nuestra vida”
Durante la Semana Santa os propusimos APRECIAR cada gesto, ESCUCHAR cada palabra y SORPRENDERNOS por cada silencio, para que cada uno desde lo más profundo de sí mismo se acercara al verdadero sentido de la Resurrección de Jesús. Después de esta experiencia surge la pregunta: ¿Cómo dar sentido a la Resurrección de Jesús en mi vida? Te invito a leer este cuento:
«Cuentan que un día una profesora preguntó a sus alumnos quien sabía explicar quién era Dios. Uno de los niños levantó la mano y dijo: “Dios es nuestro Padre. El hizo la tierra, el mar y todo lo que está en ella. Nos hizo como hijos de Él”. La profesora, buscando más respuestas, fue más lejos. Les volvió a preguntar: “¿Cómo sabéis que Dios existe si nunca lo habéis visto? Toda la sala quedó en silencio.
De pronto, Pedro, un niño muy tímido, levantó la mano y dijo: “Mi madre dice que Dios es como el azúcar en mi leche que me hace todas las mañanas, yo no veo el azúcar que está dentro de la taza mezclada con la leche, más si no la tuviera no tendría sabor… Dios existe, Él está siempre en medio de nosotros sólo que no lo vemos, pero si Él se fuera de nuestra vida quedaría sin sabor”.
La profesora sonrió y dijo: Muy bien, Pedro, yo os he enseñado muchas cosas, pero hoy tú me has enseñado algo más profundo que todo lo que yo sabía. ¡Ahora sé que Dios es nuestro azúcar y que está todos los días endulzando nuestra vida! Le dio un beso y salió sorprendida por la respuesta de aquel niño.
La sabiduría no está en el conocimiento sino en la vivencia de Dios en nuestras vidas. Teorías existen muchas, pero dulzura como la de Dios aún no existe ni en los mejores azucares”. “Dios está todos los días endulzando nuestra vida”.
Cuántas veces nos hemos cuestionado sobre la Resurrección de Jesús, ¿Qué ocurrió verdaderamente aquel domingo?, ¿realmente ocurrió? También se han escrito muchos libros intentando dar respuestas, se han hecho grandes discursos…. Y está bien, pero al final lo que cuenta no son las “grandes teorías” sino la vida y esta con mayúsculas.
Vive la Resurrección de Jesús como “tu azúcar” que, aunque no lo ves ni lo entiendes, te endulza y ayuda a reconocer en las pequeñas cosas, en los encuentros y acontecimientos de tu vida diaria la alegría, el gozo, la paz y el consuelo. Los efectos de la resurrección son los pequeños gestos hechos con gran amor. Y, si no, fíjate en cómo se apareció Jesús: como un simple jardinero a María Magdalena; como un compañero de camino, a los de Emaús; como uno que pide que le den algo de comer, a los discípulos; como el que hace de cocinero y les prepara el desayuno, en el lago… Jesús utiliza la pedagogía del corazón que no nos evade de la realidad, sino que nos invita a amarla, a “gustarla”, a “endulzarla”. Por eso les dice a sus discípulos que “vayan a Galilea” (a la vida ordinaria) que “allí le verían”.
Jesús a lo largo de sus apariciones educa a los discípulos a descubrir su nueva presencia. Es sorprendente como a través de los textos bíblicos se va viendo la transformación de todos los que tienen contacto con el resucitado. Después de tanto “desastre”, fueron capaces de “ver” desde lo profundo del corazón, como diría “El Principito”: “Lo esencial es invisible a los ojos; sólo se ve bien con los ojos”. Fíjate como Dios no desperdicia nada y lo redime todo. Los discípulos con sus limitaciones, pobrezas, son acogidos y Jesús resucitado los reintegra, les devuelve la vida, la alegría, la esperanza… y así hace también con nosotros.
Solo desde un corazón resucitado, gozoso y alegre, se puede seguir verdaderamente a Jesús. Vive la Resurrección de Jesús como un proceso dentro de tu vida, y no solo como un momento particular que ocurrió hace 2023 años. Para descubrir esto se necesita una profunda experiencia de Dios.
Beatriz Mª Pereiro Acevedo