11 Jul Despertar el verano · Acompasando
Imagino que es lo que todo el mundo quiere: disfrutar las vacaciones, la familia, la naturaleza… y te sugiero para ello otro verbo: despertar.
¿Estás dispuesto a aprender cosas importantes para tu vida? Al fin y al cabo, de lo que se trata es de vivir o mejor dicho vivir, en plenitud. ¿ESTÁS DISPUESTO A DESPERTAR?
En mi opinión, deberíamos dar gracias por el Covid 19, sí dar gracias. Nos ha permitido dar valor a muchas cosas: valorar la Vida, valorar lo esencial, es decir descubrir nuestra esencia y hacerla crecer. No te entretengas en saber quién es el responsable de todo lo que lo ha provocado, mira lo que TÚ puedas hacer y HAZLO.
Entra en tu casa y ve a tu templo interior y allí, déjate escuchar, déjate sentir, no quieras hacer nada, simplemente déjate fluir, hazte consciente de lo que eres, de lo que tienes, de lo que vale de verdad… ¿cómo puedo yo dejarme sentir, dejarme fluir? Hay una llave que abre muchas puertas: el silencio.
Cuando decimos silencio, nos referimos, no sólo a la ausencia de ruido, sino sobre todo de pensamientos y emociones. Nuestra mente, nos tiene dominados, en vez de estar a nuestro servicio le servimos a ella, ¿cómo resolverlo?
Os invito a dedicaros unos minutos diarios para vosotros, buscad una hora tranquila, una postura cómoda, sentados y con la espalda recta, ojos cerrados, y ¡¡respira!! Sé consciente de que estás vivo… al inspirar mentalmente dices: MARÁ, y al espirar NATÁ, sintiendo el aire entrar por la nariz y acompañándolo en su recorrido tanto en la entrada como la salida. Maranatá es una palabra en arameo, la lengua de Jesús, que significa “¡Ven Señor!”, pero puedes también pronunciar otra frase que “te diga”, con la finalidad de hacer de ancla cuando te despisten los pensamientos o emociones. No os preocupéis, dejadlos pasar como las nubes en el cielo, volved a la presencia, tuya y de Dios. Por ejemplo: “aquí… estoy”, “Señor… Jesús”, “Estoy… contigo”…
Os transformará, os ayudará a sacar jugo a la vida, siendo más conscientes y presentes a la Vida. Os lo aseguro, pero hay que vencer la pereza y practicar diariamente.
Por Esteve Grasset