Quienes somos Claretianas Europa

QUIÉNES SOMOS

Nuestra Congregación fue fundada por María Antonia París y San Antonio María Claret en Santiago de Cuba en 1855.

 

Hemos nacido en la Iglesia para ser “una Orden nueva, pero no nueva en la doctrina, sino nueva en la práctica”.

 

Desde entonces y hasta nuestros días, vamos haciendo historia, guiadas por el carisma heredado, que nos impulsa a vivir y anunciar el Evangelio y a identificarnos con Cristo, viviendo unidas en caridad como una sola familia.

 

Nuestro nombre es: Religiosas de María Inmaculada Misioneras Claretianas.

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Quienes somos Claretianas Europa - Fundadores

FUNDADORES

María Antonia París

María Antonia París

Mª Antonia París nace en Vallmoll en 1813. En 1841 ingresa en la Compañía de María, donde permanecerá durante nueve años. Será a lo largo de este tiempo cuando sienta la inspiración carismática de fundar una Orden nueva, basada en la pobreza y la fidelidad al Evangelio, a imitación de los primeros apóstoles. Con la ayuda de Antonio María Claret, arzobispo de Cuba, cristaliza esa llamada e inspiración en una nueva Congregación, que nacerá en 1855 en Santiago de Cuba, donde la primera comunidad fundada trabajará para atender las necesidades de la educación de la mujer y dignificar la condición femenina en la sociedad cubana de aquellos tiempos.

En 1859 Mª Antonia regresa a España y funda las primeras comunidades en Tremp (Lérida), Reus (Tarragona), Carcagente (Valencia) y Vélez-Rubio (Almería).

 

Fallece el 17 de enero de 1885, rodeada de las hermanas de la comunidad de Reus, donde su cuerpo reposa, en la cripta de la Iglesia.

 

Juan Pablo II declaró la heroicidad de sus virtudes el 23 de diciembre de 1993 y desde entonces es considerada Venerable.

 

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San Antonio María Claret

Antonio Ma Claret nace en Sallent (Barcelona) la víspera de Nochebuena de 1807, en el seno de una familia cristiana dedicada a la fabricación de tejidos. A los doce años, su padre le pone a trabajar en el telar familiar y posteriormente le envía a Barcelona para perfeccionarse en el arte textil.

 

Pero a los 22 años abandonará sus estudios, para ingresar en el seminario de Vic. Tras ser ordenado sacerdote será enviado a predicar por Cataluña y por toda la Península como misionero apostólico. Mención especial requiere su actividad pastoral en las Islas Canarias, donde aún es recordado y venerado.

San Antonio María Claret

El 16 de julio de 1849, funda en el seminario de Vic la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María. A los pocos días, le comunican su nombramiento como arzobispo de Cuba, instalándose en la isla poco después, y desempañando una activa labor pastoral durante los años que vivió allí.

 

Con la Madre Ma Antonia París fundó las Religiosas de María Inmaculada Misioneras Claretianas el 25 de agosto de 1855.

 

Tras ser nombrado confesor de Isabel II en 1857 regresó a Madrid, de donde huye exiliado en 1868 hacia Francia. Participó en el Concilio Vaticano I y murió en Fontfroide (Francia) el 24 de octubre de 1870. Fue canonizado por Pío XII en 1950, y sus restos reposan actualmente en Vic.

 

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Claretianas Europa quiénes somos - Imagen de la última asamblea con las hermanas

Ser claretiana hoy es un modo concreto de ser mujer, cristiana, consagrada y misionera. Somos llamadas a ser mujeres de fe, amigables, humanas y con un estilo de vida sencillo.

 

Somos mujeres de Iglesia y para la Iglesia, abiertas a todos sin distinción, suscitando el deseo de conocer, amar y servir a Jesús y anunciar el Evangelio trabajando con otros en todo el mundo.

 

Somos mujeres fraternas, que viven por y para la misión, con clara identidad claretiana, al servicio de lo más “urgente, oportuno y eficaz”, atentas a los signos de los tiempos, en misión universal, …

 

Somos llamadas a ser discípulas contemplativas en la acción, en un encuentro personal con Jesús, que transforme nuestra mirada y nuestros sentimientos ante la realidad de nuestros hermanos y hermanas.

 

Somos llamadas a vivir con alegría y coherencia los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia.

 

Somos llamadas a vivir en comunidades abiertas, orantes, acogedoras y multiculturales que favorezcan el crecimiento personal y la diversidad, construyendo fraternidad como “Una sola familia y un solo corazón”.

 

Nuestra vocación evangelizadora y educadora, desde los inicios, nos ha ido configurando para caminar junto a niños, jóvenes y adultos en distintos ámbitos (educación, parroquias, proyectos apostólicos) y lugares. Allí donde estamos intentamos involucrarnos con creatividad y audacia en la realidad en la que
estamos inmersas, especialmente a favor de los más pobres y excluidos.

 

Ser claretiana hoy es una invitación a “HACER FÁCIL EL CAMINO DEL ENCUENTRO CON JESÚS”.