Tras un proceso de discernimiento y acompañamiento congregacional, la persona que se siente llamada a formar parte de nuestra congregación, comienza su formación inicial, que consta de tres etapas: postulantado, noviciado y juniorado.
Postulantado: etapa formativa previa al noviciado con una duración de seis meses a dos años. Es un tiempo de búsqueda, discernimiento vocacional y conocimiento mutuo, que le permite crecer en su vida cristiana y profundizar en el carisma y la historia de la congregación.
Noviciado: es un proceso de profundización e interiorización para discernir el querer de Dios en la vida de cada día, desde un seguimiento radical de la persona de Cristo, ahondando en las raíces carismáticas de la congregación. Su duración es de dos años y culmina con la profesión religiosa.
Juniorado: es el tiempo entre la primera profesión y los votos perpetuos, durante el cual la joven afianza su vocación a través de la oración, la misión, el estudio y la vida comunitaria. Tras esta etapa se finaliza la formación inicial y se abre el tiempo de formación permanente, que acompaña a la misionera claretiana a lo largo de toda vida.
Dentro de la formación permanente, hemos elaborado un itinerario espiritual, para profundizar y actualizar nuestro carisma a la luz de los signos de los tiempos. Para descargarlo haz click en cada uno de los cuadernillos.